Cada vez son más las voces del sector que prevén una fuerte respuesta del mercado una vez superado el parón en el que se encuentra actualmente. Axis Corporate, la firma internacional de consultoría de negocio, afirma que la pandemia del coronavirus se traducirá en un impacto en el mercado con una venta masiva de carteras de NPL (Non-Performing Loans) en el último trimestre del ejercicio 2020.
José Masip, socio del área de Real Estate en Axis Corporate, sostiene que, “en este escenario, se unen dos ingredientes ante esta incertidumbre: el comprador que ante este nuevo entorno de shock puede ver como oportunidad o no la incertidumbre del mercado y las del vendedor que no se encuentre dispuesto a modificar el precio y dentro de sus ‘posibilidades’ poder evaluar la mejor opción”.
¿Cuándo se estabilizará esa incertidumbre? Masip cree que “puede que la estabilización de esta incertidumbre se prolongue hasta verano, previendo que mejore a partir de septiembre”. Un escenario que ya ha sido contemplado por la agencia de calificación Moody’s, que ya advirtió de cómo está afectando la pandemia a la operatividad de los sistemas judiciales, de manera “directa y severa”, retrasando las recuperaciones de las titulizaciones de préstamos morosos.
3 factores clave
¿Qué palancas impulsarán estas operaciones en el tiempo? Podemos diferenciar 3 factores clave en el desarrollo de este escenario:
- En primer lugar, el cambio regulatorio. La nueva regulación bancaria europea para NPL (cuya entrada en vigor se prevé para 2021) provocará que la refinanciación de los préstamos se siga contabilizando como fallido siempre y cuando los ingresos previstos caigan más de 1%, hecho que hará que se clasifiquen como fallidos prudenciales y, por lo tanto, seguirán consumiendo recursos de capital. De aquí se deduce el interés de la banca por sanear y liberar balance, lo que originaría esta venta masiva de carteras antes del comienzo del ejercicio 2021, según Axis.
- En segundo lugar, los fondos que, “ante la imposibilidad de cumplir con los objetivos de los planes estratégicos de negocio previstos para este año, dada la paralización de la economía que estamos viviendo, se deshagan del balance no estratégico hacia players más especialistas o simplemente quieran complementar las pérdidas producidas por el parón que se ha producido en el mercado”, apuntan desde la consultora.
- En tercer lugar, la incertidumbre y sus consecuencias. El contexto incierto hace que se produzca cierta confusión a la hora de valorizar inmuebles y activos, como ya se está viendo en algunos países. El principio de prudencia imperará los primeros meses tras el virus en cuanto a la inversión en esto activos.
Según Masip, las compañías del sector pueden optar aquí por dos vías. Una es la dinamización de los proyectos de digitalización empresarial, para poder hacer frente a segundas oleadas o contextos similares futuros. La otra opción es ver este escenario como una ocasión para aumentar la eficiencia de costes y procesos asociados al core para recuperarse rápidamente.
Tampoco se puede descartar la estrategia de oportunidad que pueden seguir algunas empresas, ampliando su volumen de gestión mediante la compra de más carteras o mediante fusiones.